La animación es una poderosa herramienta de expresión artística y construcción crítica de realidad. Esta técnica permite incrementar las habilidades de comunicación, creación, imaginación y trabajo en equipo. Los niños desarrollan un guion, elaboran personajes, escenarios y graban sonidos. Cuando los cortometrajes están terminados, se realiza una exhibición abierta a la comunidad y actividades de difusión en festivales a lo largo del año.